lunes, 9 de diciembre de 2013

No soy solo un pobre Poeta

Pobre del Poeta que no sepa apiadarse
De sus piernas, de su pelo y de su rostro,
Pues cuando se ataca semejante monstruo
No se encuentra farol donde apoyarse.

Pobre del Poeta que no sepa amar
A aquella mujer de letra y sangre
Porque en los tiempos donde abunde hambre
Nadie le dará un corazón para mamar.

Pobre del Poeta que no sepa odiar
Con todo su odio y con todo su esmero
A ese tirano y cruel embustero
Que por su mismo nombre se hace llamar.

Pobre del Poeta que no sepa encerrarse
Con su hombre odiado y su mujer amada
Porque no llegará con su poesía vaga
Sino a un sueño seguro donde pueda ahogarse.

Pobre del Poeta que no sepa ser
Su mejor aliado y su peor deudor
Porque solo entonces se siente el calor
De ponerse a jugar sin saber perder.

Pero más desdichado el Poeta que sepa ser fuerte,
Que no se rinda cuando haga su poesía.
Porque pagará cara su infeliz herejía
Y recibirá sin rima su merecida Muerte.

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